La mentoplastia se realiza con el propósito de corregir las malformaciones del mentón que provienen del desarrollo anormal de los huesos de la mandíbula.
Se hace para:
- Modelar una barbilla, cuya proporción no agrada al paciente porque no es proporcional a las características faciales que tiene.
- El tamaño, la forma del mentón y la mandíbula tienen diferencias entre hombres y mujeres. Entonces, algunas personas optan por la mentoplastia para modificar estas diferencias en la reasignación de género, como parte de esta transición.
- La mentoplastia se realiza como parte de una reconstrucción craneofacial después de un accidente o después de una cirugía de cáncer, que ha causado la destrucción ósea.
La mentoplastia generalmente se recomienda en pacientes adultos, no debe realizarse en niños hasta que la mandíbula esté cerca de alcanzar su máximo desarrollo y todos los dientes permanentes estén presentes.
Diagnóstico
La evaluación diagnóstica previa para llevar a cabo la mentoplastia se realiza mediante un análisis facial, un historial dental y un examen médico completo.
El mentón es una de las tres partes más significativas de la cara cuando lo analizamos desde el punto de vista estético, las otras dos son la nariz y la frente.
Para realizar la mentoplastia, el cirujano hace una comparación de las proporciones y características de cada tercio para determinar cuál es el procedimiento más apropiado para restablecer este equilibrio facial.
El paciente es fotografiado desde varios ángulos para documentar el estado del mentón antes de la cirugía, para esquematizar los cambios, junto con el paciente.
El paciente es fotografiado desde varios ángulos para documentar el estado del mentón antes de la cirugía, para esquematizar los cambios, junto con el paciente.
También para examinar cómo cambia la cara con el tiempo, cómo el envejecimiento afecta el mentón y recomendar si es necesario realizar una rinoplastia, porque cuando se realizan cambios cambia el equilibrio completo de la cara.
Los estudios del historial dental del paciente y las radiografías de la cabeza y la mandíbula son necesarios para establecer si es posible corregir la desproporción facial a través de un implante, con una reducción simple, o si es necesaria una cirugía ortognática.
Los estudios del historial dental del paciente y las radiografías de la cabeza y la mandíbula son necesarios para establecer si es posible corregir la desproporción facial a través de un implante, con una reducción simple, o si es necesaria una cirugía ortognática.
También se debe hacer una evaluación al paciente de cualquier signo que pueda presentar inestabilidad psicológica, incluso cuando las expectativas de los resultados de la cirugía no son realistas.